Este artículo fue escrito en Lima, Perú; pero tiene la misma validez para toda Latinoamérica:
FINANZAS PERSONALES
COMO MANEJAMOS NUESTRA ECONOMIA LA MAYORIA DE CIUDADANOS
Lima, 20 de Enero de 2008
Por: Jessica Torpoco
Hace poco acordamos con unas amigas reunirnos en un conocido café limeño, en su momento cada quien hizo su pedido y al final de nuestra tertulia, pedimos la cuenta y curiosamente nadie tenia dinero en efectivo para pagar la cuenta, de las 5 personas, 4 tenían tarjeta de crédito y solo una, tarjeta de debito.
Me llamo mucho la atención lo sucedido y comencé a observar en cuanto local comercial al que acudía por cualquier motivo, y las que generalmente pagaban con tarjetas de crédito, eran los mas jóvenes y obviamente eran los que mas compras voluminosas hacían y se daban “el lujo” de mostrar la colección de tarjetas doradas de diferentes bancos que poseían como sinónimo de estatus y posición social.
Conversando con familiares y amigos, me di cuenta que la mayoría había caído en la “moda” de poseer tarjetas de crédito y muy pocos tarjetas de débito. Al preguntarles el costo de poseer una tarjeta de crédito, nadie supo contestarme con solvencia financiera cuanto le costaba poseer una tarjeta de crédito, por el contrario, le daban muy poco importancia al asunto, ya que asumían que era cero o muy poco para preocuparse, solo sabían que debían pagar a tiempo, cada 30 días para evitar sobrecargos y eso si lo sabían y lo practicaban con puntualidad.
Lo anterior, nuevamente me lleva a concluir que nuestras escuelas y colegios no incluyen cursos de formación básica financiera, que permita a los futuros ciudadanos saber mas sobre finanzas personales, como producto de esta falta de educación financiera, los trabajadores en cualquiera de sus niveles, desde los gerentes hasta los propios obreros, son presas fáciles de los bancos y comercios de diverso tipo, y contrariamente a lo que deberían hacer, administrar de mejor manera su dinero, su preocupación principal pasa por conseguir mas dinero para cubrir los compromisos asumidos porque según la moral y valores adquirida, las deudas deben honrarse y es de caballeros hacerlo.
Todo ello conduce a cualquier trabajador a trabajar para el dinero y a los bancos y comercios, estar al otro lado, que el dinero trabaje para ellos. Bajo este esquema financiero, tenemos una sociedad de consumo y sin cultura del uso del crédito y que muchos piensan que es la posibilidad que uno tiene de endeudarse para lo que sea y no un principio financiero, que el crédito debe ser para comprar activos o realizar inversiones que produzcan, que generen dinero.
A ello se suma, la manipulación comercial masiva, que apela a nuestra idiosincrasia como el patriotismo, la responsabilidad y la solidaridad para aprovecharse comercialmente para vender mas, generar utilidades y pagar menos impuestos. No es raro ver a jóvenes trabajando detrás de un mostrador de empresas comerciales, repitiendo de memoria explicaciones ante furibundos incautos financieros que fueron “timados”. Algunos ejemplos que le deben ser familiares:
1- Donación en las cajas de los centros comerciales, para alguna causa solidaria, cuya transacción comercial queda en el “aire”.
2- Inscripción de algún servicio (ejemplo-Direct TV), que “oferta” el costo de instalación gratuito si es que tiene la tarjeta de crédito de SAGA. Posteriormente le cargaran a su cuenta todo el consumo que ellos quieran y formara parte de los timados financieramente, ya que luego de reclamos, es posible que le devuelvan su dinero, pero como servicio de los próximos meses y el dinero que le cobraron, YA HIZO SU TRABAJO.
3- Suscribirse a una garantía por la compra de un electrodomésticos, pagando adicionalmente al producto adquirido, el derecho a reparación de lo que compramos, la duración de la garantía es de 5 años, pero cuando uno acude, le darán cualquier explicación, menos por lo que Ud. Pago.
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