lunes, diciembre 03, 2007

LA DIGNIDAD DE UN PRESIDENTE



§ Este es un discurso para la historia.
§ Un discurso para que lo leamos varias veces, para que analicemos cada una de sus reflexiones y busquemos en verdad las raíces de lo sucedido.

§ Este texto demuestra la dignidad de un presidente, la honradez a toda prueba de un hombre que ¡a DIOS gracias! ha nacido en Venezuela, que ama a esta tierra y a cada uno de nosotros con una fuerza inmensa.

§ Chávez en el poder pudo haber tomado otra decisión o recurrir a otros métodos que antes eran del común en los procesos – como leerán más adelante – pero no, decidió en el nombre de su honestidad, en el nombre de su ética, en el nombre de su pasión bolivariana.
§ Ustedes van a leer a Chávez, así es él, siempre ha actuado de esta manera, por eso es diferente a todos, por eso tanta gente lo sigue y así continuará ocurriendo, aunque un sector lo crea hoy derrotado.

§ REFLEXIONES ¡POR AHORA!

Para quienes hoy sienten tristeza: “No llores tanto por el sol, porque entonces no verás el brillo de las estrellas”

Para quienes hoy nos creen caídos: “¿Sabes? Nadie se muere tanto como a veces creen”
Cadena Nacional

Alocución presidencial
Salón Ayacucho, Palacio de Miraflores
Lunes, 3 de diciembre de 2007

(Aplausos)

¡Muchas gracias! Buenos días. Estamos en cadena nacional de radio y televisión, y bueno son las 01:25 horas de este lunes, que amanece temprano, 3 de diciembre 2007.
Señores periodistas internacionales, ustedes excúsennos por el tiempo que tienen aquí esperando, y todos los invitados a esta sala, ¡pero bueno! el proceso se alargó y estuvimos a la espera de obviamente, como debe ser, de este boletín de la presidenta del Consejo Nacional Electoral.

¡Final de fotografía!

- ¿Cómo es que decía una propaganda?
- “Final de fotografía y el jockey con gran alegría!.
Yolanda Pulecio, Astrid, bienvenidas. ¡Gracias! Perdónenme que no pude atenderlas hoy, ayer; senadora Piedad Córdoba muchas gracias por estar aquí.
Bien, ya hemos oído la lectura que ha hecho la señora presidenta del Consejo Nacional Electoral, la doctora Tibisay Lucena, de este boletín que todos estábamos esperando con ansiedad, alguna tensión en el país. Nosotros, ¡bueno! siempre hemos tenido los nervios de acero, y para afrontar cualquier circunstancia.
Ella lo leyó, yo lo voy a repetir, estuve tomando nota de su lectura, una abstención —dijo— del 44%, un poquito más, con los votos escrutados de 88 %, casi 90.
· El No: 50,70 por ciento. Y el Sí: 49,29 por ciento. ¡Final de fotografía!
Y ella ha agregado, que esa tendencia es irreversible.

LES HABLO CON EL CORAZÓN
¡Bien! yo voy a hablarle sobre todo a los venezolanos y venezolanas, que están pendientes en sus casas, en la calle, aquí al frente del Palacio, a través de los medios de comunicación, y al mundo, como siempre lo hago con mi corazón, con lo que me dice el corazón hablo yo; sobre todo en momentos como este.

En primer lugar quiero agradecer a todos, a todos los que hemos participado en esta jornada de los últimos meses, y sobre todo en el día de hoy, a todos ustedes periodistas de otras partes del mundo, periodistas venezolanos que hicieron un buen trabajo, sin duda; todos los miles y miles de venezolanos que estuvieron trabajando desde hace 24 horas en las mesas electorales, al Consejo Nacional Electoral quiero felicitarle, a la doctora Tibisay Lucena, han dado una demostración más de los avances que tiene el Estado venezolano, la democracia venezolana para llevar adelante cualquier jornada por más difícil que sea, jornadas en este caso electorales, de alta trascendencia, de alto calibre político, y sobre todo con una gran ética, nosotros no concebimos a la política si no va acompañada de la ética, parte de la nueva política en Venezuela, aquí nosotros sabemos cuántos cuentos, de cuántas trampas, cuántos fraudes, cuántas jugadas escondidas en procesos electorales de la cuarta República.
Ahora no, ahora los venezolanos y venezolanas confiamos, y cada día más debemos confiar en nuestras instituciones, algunos todavía las atacan y sin prueba de ningún tipo difaman por posiciones meramente políticas y muchas veces anti éticas.

Pero esto es una demostración más de la credibilidad que los venezolanos, que las venezolanas debemos tener en nuestras instituciones, en nuestra constitución y en las instituciones que ella ha creado en nuestro sistema político, en nuestra democracia bolivariana.
Bien, les agradezco a todos:
· A todos a quienes votaron por mi propuestas, esos más de 4 millones de compatriotas
· A quienes votaron contra mi propuesta igual les agradezco y les felicito.
Porque han dado una demostración y han comprobado además, si tenían dudas, de que este es el camino y ojalá se olviden para siempre de las trochas ¿no? De los saltos vacío, de los caminos de la violencia, de la desestabilización, del desconocimiento a nuestras instituciones.

Creo que la democracia venezolana - lo decía hoy cuando fui a votar esta mañana - va madurando, y cada proceso de estos que vivimos, cada jornada electoral, cada jornada política va permitiendo que nuestra democracia, que en nuestro país continúe madurando este nuevo proyecto histórico que comenzó en 1999.

Miren, con el corazón se los digo, y créanme que yo tengo varias horas debatiéndome aquí en el fondo del alma en un dilema, tenía, ya salí del dilema y estoy tranquilo, como espero que los venezolanos y venezolanas a partir de este momento también estemos todos tranquilos, orgullosos de lo que hemos hecho cada quien en su ámbito, cada quien con sus posiciones, respetando al otro, respetando a la otra.

Pero ciertamente yo aquí en mi corazón, aquí en mi alma de venezolano estuve en las últimas horas, desde las 9 de la noche hasta la una ya, una y media pues, cuatro horas y media con un gran dilema. Les confieso y sobre todo a ustedes quienes me siguieron y me siguen, estos millones de venezolanos que siempre me han estado apoyando, nos han estado apoyando desde el 98, 99 en todas estas jornadas electorales y no electorales, en el golpe de Estado, que están ahí, yo sé que están ahí en sus casas, vaya mi corazón para ustedes, mi agradecimiento especial a ustedes.

Ahora, les ruego abran su corazón y entiendan el mío, no se sientan tristes, no, no se sientan tristes, ni apesadumbrados, ¡no! yo les digo que ante una situación como ésta que hemos vivido después de las 6 de la tarde, ante una situación que se vino complicando por distintas razones, con unas diferencias mínimas del No con el Sí, del Sí con el No, que si el Sí subía una décima, después estaban... las informaciones que llegaban de nuestro comando, el Comando Zamora.
En fin, unas diferencias microscópicas pero con el No por encima y ¡bueno! después de casi 90% de actas o de votos más bien escrutados, la diferencia sigue siendo de 1.4% y tendencia irreversible, porque lo que me explicaban es, las actas que faltan, un grupo son actas manuales, casi 10% de actas me informan que pasaron a manuales por algunas fallas de máquinas o fallas en el sistema, sobre todo en sitios alejados; y las actas del exterior, que también son manuales.

Entonces, el dilema en el que yo me debatía es este, si la tendencia no hubiese tomado el nivel de irreversibilidad me preguntaba yo, ¿vamos a someter a nuestro país a no sólo esta madrugada, sino el día de mañana? Porque las actas manuales llegarían mañana por la tarde, habría que contabilizarlas mañana por la tarde, las del extranjero pasado mañana; y yo dije:
· ¡No! Venezuela no se merece una tensión como esta.
Yo no voy a caer como me decía a mí mismo en mi soledad allá, y después ¡bueno! con los ministros, estuvimos haciendo una buena jornada de trabajo y de discusión, y por teléfono con algunos buenos compañeros, con mis hijas que están allí y mi hijo ya mayores de edad, los nietos pues ya durmiendo; pero yo tenía esa inmensa preocupación de que las cifras no llegaran a la irreversibilidad y me viera yo en el papel aquél de otros presidentes.
Recuerdo unas elecciones en los Estados Unidos que estuvieron que esperar las actas que llegaban de Japón por allá de una base militar, que la mandaban en avión, y eso generó por supuesto dudas, sobre todo cuando se trata de actas manuales, y un proceso que habiendo debido terminar a las 9 de la noche a más tardar hoy, imagínense ustedes que se hubiese alargado todo el día de hoy, todo el día lunes, todo el día martes; ¡no, no, no!
Así que yo ante el país todo, y ante el mundo digo, lo prefiero así. Yo prefiero que haya terminado así, así lo prefiero.
Asistentes [aplausos].
¡Gracias compañeros! A los militares quiero felicitarles, señor general en Jefe, a los comandantes de las guarniciones, allá está el Alto Mando Militar, al Jefe del Comando Estratégico Operacional, que lo vi tan activo y tan convincente, señor general Jesús González González, a todos ustedes compañeros de armas, muchas gracias.

Sintámonos orgullosos de esta nueva jornada. Ya nunca mi general González, se verá en Venezuela lo que veíamos nosotros, yo lo he contado porque lo vi una vez, lo vi varias veces, pero recuerdo hasta de manera jocosa aquello que vi en las afueras de San Carlos en unas elecciones cuando ganó Luis Herrera Campins, que en paz descanse, yo era teniente y estaba en el Batallón Blindado Bravos de Apure, primero en Carabobo y gloria eterna, y había mucha lluvia aquel domingo de diciembre, era 1978, mi hija Rosa ni gateaba todavía, tenía 3 meses de haber nacido.
Entonces yo lo vi, había mucha lluvia y entonces yo le dije al jefe de la mesa:
- Mire, permítame entrar a la escuelita ahí, al salón porque hay mucha lluvia y mis soldados se están mojando
Y me permitieron entrar, y entonces estábamos en una esquina porque los militares pues no se inmiscuyen en el conteo ni en nada, sólo en la seguridad, y en aquel entonces todo era manual y uno tenía que llevarse la caja, el acta volando por allá al centro regional de totalización, en ese tiempo votaban por tarjetas. El Partido Comunista siempre ha tenido aquí como símbolo el gallo rojo, y además el grito “quiquiriquí, quiquiriquí” y entonces allí en esas mesas no había testigos del Partido Comunista ni de la izquierda, era AD y Copei que se repartieron el poder aquí a su antojo.
En ese pueblito, en las afueras de San Carlos de Cojedes, recuerdo que salieron varios votos comunistas, no sé cuántos, poquitos, 8, 10 camaradas, a lo mejor la célula estaba allí, entonces yo comencé a oír aquello con gracia primero, después me dio una indignación que me metí en un problema porque yo reclamé, pasé la novedad por escrito y me dijeron:
- Usted no tiene que meterse en eso
Así que me gané un regaño y casi que un arresto por meterme en cosas que no eran de mi incumbencia, pero no podía aguantarlo, yo oí cuando dijo unos de los señores:
- Quiquiriquí éste pa’ ti.
Y como anotaban en una pizarra tantos votos, y después eran puras tarjetas, después se perdían.
Más adelante salió otro gallo rojo:
- Quiquiriquí, este pa’ mí.
Y así que el Partido Comunista no sacaba nada, ¿qué iba a sacar si no tenían nada, ni testigos de mesa? y lo mismo le hacían a los partidos de izquierda sobre todo, a José Vicente Rangel que fue candidato varias veces, ¿cuántos votos le robarían al compañero camarada José Vicente? ¡En fin!
Vuelvo a la idea, yo lo digo, y lo digo tranquilo de conciencia, lo digo con una tranquilidad infinita, con la conciencia muy clara que lo prefiero así, yo no hubiese, mi ética, mi ética que vale más que todo, no hubiese aguantado la duda, la grandísima duda que hubiera quedado que Chávez hubiera ganado el Sí por 0,4 después de 3 días y con unas actas que vinieron del exterior, o unas actas que llegaron de allá de Sabaneta, manuales, o de Elorza, o del Alto Apure; ¡no! yo no hubiera aguantado eso, así que yo voy a dormir tranquilo alguna horas esta mañana, y le pido a todos que vayan a sus casas, los que van a celebrar, a celebrar.

Una recomendación: Sepan administrar su victoria, sepan administrarla, no se desboquen ahora, sepan administrar una victoria, miren bien matemáticamente la victoria ¿no? Yo no la hubiera querido, más bien... No es que se las doy, ¡no! ustedes se la ganaron y es de ustedes, pero yo esa victoria pírrica no la hubiera querido, y menos en estas condiciones, menos en estas condiciones.
Asistentes [aplausos].

Miren, si por ejemplo el CNE hubiese anunciado a las 8:00 de la noche por ahí, una hora lógica, lógica dentro de las perspectivas ¿no? de un sistema automatizado. El año pasado, a pesar de que la abstención fue mucho menor, sin embargo los resultados fueron a las 9:00 de la noche ¿no? Así que supongamos que a las 9:00 de la noche el Consejo Nacional Electoral hubiese anunciado también un boletín con tendencia irreversible y que el Sí estaba ganando por un punto. Bueno, por un punto. O por un voto. Bien. Sin ningún tipo de duda.
Pero dado que esto se complicó y se alargó, con estas consideraciones, yo más bien, repito, prefiero que las cifras hayan llegado con las tendencias y las estadísticas al nivel de irreversibilidad y sentarme aquí, delante de todos ustedes, a decir, bueno felicito a mis adversarios por esa victoria, nosotros estamos hechos para una batalla larga, para una batalla larga ¿no?

¡¡¡¡¡ POR AHORA!!!!!!!!!

Yo pudiera decir hoy aquí una frase que también me salió del alma hace 15 años y 10 meses menos un día, fue el mediodía del 4 de febrero de 1992:
§ “Por ahora no pudimos, por ahora no pudimos”.
Asistentes [aplausos].
Yo así ante ustedes cumplo con mi compromiso, con nuestro compromiso de respetar a nuestras instituciones, ha hablado la institución correspondiente, ha hablado el árbitro.
Yo pudiera aquí aferrarme, aferrarme a una matemática manejada y decir:
§ “No, hasta que no se cuente la última acta que llegue de por allá manual, o la última acta que llegue de allá de Tucusiapón no aceptamos la derrota”.
Pero no, repito, ante la emisión del boletín y las tendencias, ante la declaración y la lectura del boletín a la una y cuarto de la madrugada:
§ Nosotros cumplimos con esta Constitución, cumplimos con nuestro compromiso, cumplimos con nuestra conciencia y reconocemos la decisión que ha tomado un pueblo.
Ahora, todos debemos reconocer que es una decisión muy chiquitica. Digo esto recordándole a los que votaron por el Sí, y sobre todo los dirigentes de la oposición, con una muy sincera recomendación como ya dije, que sepan administrar esa victoria, un poco en el compromiso pues, respetamos las reglas del juego. Lo hemos dicho, no es la primera vez, recordemos cuando el referéndum revocatorio, y las firmas, la recolección de firmas. Y a pesar de que había algunas dudas, “las firmas planas” aquellas, creo que el Vicepresidente estaba en ese tiempo de rector ¿no? no de Vicepresidente aún, era el doctor Carrasquero Presidente, aquellas firmas llamadas planas que a todas luces fueron hechas por una misma persona; y sin embargo, el CNE dijo:
- “Las firmas están”.
No sé si eran 2 millones y tanto de firmas, bueno lo cierto es que de inmediato comenzaron a llamarme:
- “Mire Presidente que eso no podemos aceptarlo, porque hay estas dudas con estas firmas”.
- “Mire Presidente que vamos a ir al Tribunal Supremo de Justicia para introducir una solicitud de anulación de no sé cuántas cientos de miles de firmas”.
Yo dije:
· No, ahí está el árbitro, el árbitro habló, cumplamos con un compromiso, respetemos al árbitro, respetemos el proceso que se vino siguiendo y vayamos al referéndum, que al final, al final pues ganamos el 15 de agosto de 2004.
Bueno, ya les expliqué lo del conteo, el escrutinio, las microdiferencias, cuando saca tendencias. Ustedes saben que me gustan mucho las matemáticas, me apasiona; así que estábamos ¡bueno! ¿Cuántas actas faltan? ¿Cuántos votos aproximadamente faltan? y al final es prácticamente imposible que esta diferencia de 1.4 puntos, nosotros podamos con las pocas actas que faltan superarlas, así que mejor es reconocer esto de inmediato, felicitar a todos, a todos y no queda ninguna duda al respecto, espero que no quede ninguna duda, espero que nadie salga a decir:
- ¡No! que nosotros sacamos 20 puntos y el No sacó 80.
¡No! somos transparentes y reconocemos el esfuerzo que todos hicimos, nosotros y la oposición.

Y yo creo que esto debe darnos lecciones a todos nosotros.
La principal lección que yo creo deben tomar los sectores de la oposición, es esa que ya comenté, ¿se dan cuenta que sí es posible?
Es posible y este es el camino pues, así que olvídense de esos planes, que si la “Operación Tenaza”, los planes de la guarimba de los llamados “Comandos a la Resistencia Civil”, a la guerra civil prácticamente.
¡No! eso no nos hace falta a nosotros.
Maduremos políticamente, enfrentemos los procesos en lo adelante, con una convicción democrática de que estamos en una democracia.
Aquí no hay ninguna dictadura, los señores periodistas internacionales y observadores que han venido —quiero agradecerles también— a todos los observadores internacionales que han venido, de más de 50 países, de Europa, de América Latina, de Estados Unidos, de Asia, de África, agradecerles su presencia aquí, ustedes habrán visto, los que nunca a Venezuela habían venido, que hay plena libertad de expresión, en los días previos, en el día de hoy, claro con las regulaciones propias de un día de elecciones, como en todo el mundo se estila.
Y a partir de este momento, cuando termine esta cadena nacional ustedes verán libertad de expresión, libertad de crítica, libertad de participación, libertad de manifestaciones, libertades, aquí el pueblo venezolano goza de plenas libertades, garantizadas por la Constitución, la ética y la política.

¡Por ahora no pudimos!
Yo entiendo y acepto que la propuesta que hice de reforma constitucional, el librito rojo, es una propuesta profunda, es una propuesta bastante integral, como yo lo vine explicando, una ecuación de poder, una propuesta intensa.

Dijo Bolívar cuando presentó el proyecto de Constitución de Bolivia:
§ “Presento este Código a mis conciudadanos, si la mayoría no lo aceptara, lo delego, dijo él, a la posterioridad...”
Yo lo repito hoy a Bolívar, pero cuando lo delego a la posteridad no estoy pensando en una posteridad para 100 años, ¡no, no!
Nosotros sin la reforma, en el marco político, ético, social, económico que nos permite esta Constitución, nuestra Constitución, nuestra querida Constitución, nuestra tan luchada Constitución, nuestra tan lograda Constitución que por cierto lo digo, uno de los grandes logros de este proceso es que la oposición reconoció esta Constitución después de 8 años, ahora la han reconocido y salieron a defenderla, ¡qué bueno!
Asistentes [aplausos].
Han salido a defenderla, espero que no haya sido un recurso momentáneo y un manejo electorero, no, quiero creer en la buena fe.

¡Bueno! vamos, vamos a construir la Venezuela que aquí está establecida (en la Constitución vigente).
La propuesta, y yo asumo la responsabilidad, ustedes saben que fue mía la iniciativa, la iniciativa que no logró el 50% más 1, pero casi lo logró, casi lo logró, y venimos, hay que aceptarlo, de una situación en la que Venezuela no había rumbo político.
Ahora, a pesar de todo el bombardeo mediático, a pesar de todas las artimañas y todas las mentiras que circularon, como Fidel Castro lo escribió hace unos días.
¿Qué tal Fidel? How are you? I am very well ¡Okey!
Fidel lo dijo:
- “Un pueblo bajo fuego”.
Es decir, nuestro pueblo fue sometido a un intenso fuego de artillería de mentiras, de temores, y sin embargo que hayan votado 49 por ciento digamos, vamos a redondearlo así, por el proyecto socialista ¿no?, a pesar de todo, yo creo que es un gran paso político, un gran salto político.
Asistentes [aplausos].

Nosotros seguimos en la batalla construyendo el socialismo, en el marco que nos permite esta Constitución, porque lo voy a repetir, la propuesta, que de ella se puede hablar un siglo ¿saben?, porque aquí, además hay ideas, lo acepto, muy audaces, algunas de ellas sin precedentes, no he conseguido precedentes de algunas de las propuestas, económicas, geopolíticas, sociales:
a. La jornada de seis horas por ejemplo, eso no tiene precedentes en el mundo.
b. La nueva geopolítica del poder.
c. La nueva visión económica.
d. La propiedad social.
e. La propiedad comunal
f. La propiedad ciudadana.
Nosotros, quiero que sepan, que ni una sola coma de esta propuesta yo retiro, continúo haciendo la propuesta al pueblo venezolano, esta propuesta sigue viva, no está muerta.
Asistentes [aplausos].

Fíjense esta reflexión que nosotros tenemos que hacer.
Hace un año votaron por mí 7 millones 300 mil compatriotas.
Por la oposición votaron 4 millones y tantos, 4,3 por ahí, 4,1.
La oposición incrementó, el No, 400 mil votos, en números reales.
A nosotros nos faltaron 3 millones de votos. De 7,3 millones bajamos a 4,3, de personas que no fueron a votar.
¿Por qué razones? Ya es para evaluarlo ¿no?
Ahora, yo estoy completamente seguro que la inmensa mayoría de esos 3 millones de personas siguen con nosotros, que no votaron por el No tampoco. Se abstuvieron.
¿Dudas? ¿Temores? ¿Faltó tiempo? ¿Faltó capacidad para explicar!
A lo mejor. Pero en fin, ahí bastantes elementos políticos, matemáticos y estadísticos, que nosotros debemos tomar en cuenta para continuar en esta batalla.

Esta propuesta, decía, por más que pudiéramos hablar de ella, y seguir hablando, como seguiremos, lleva la intención estratégico-política de ampliar el marco de avance dentro de este proyecto; ensanchar el camino.
Lleva también, no dije llevaba, lleva, la intención estratégica de alargar la perspectiva, el horizonte, alargarlo; mirar más en perspectiva el proceso de construcción de la Venezuela socialista, de la República Bolivariana.
Y además de todo eso:
Profundizar en el contenido, buscar mayor profundidad y por encima de estas tres dimensiones: ancho, largo, fondo; por otra parte y lo dije mucho: Incrementar la velocidad estratégica de los cambios.
No significa que el camino se ha cerrado, para nada.

Nosotros venimos desde hace 8 años por este camino, y los invito a todos a que, incluso, a la oposición que ahora ha reconocido esta Constitución y salió a defenderla, ¡muy bueno! los invito a que en el marco de esta Constitución, con nuestras instituciones como base, con la velocidad que ella nos permite, con la profundidad que bien podemos seguir logrando, con las perspectivas en el horizonte, continuemos construyendo una Venezuela que a pesar de que algunos se obstinan en negarlo, en los últimos años ha venido fortaleciéndose políticamente, económicamente, socialmente, fortaleciéndose territorialmente, moralmente incluso.
Fortaleciéndose hacia adentro de ella misma y fortaleciéndose en el lugar que ocupa en este continente, en nuestra América Latina, en el Continente Americano y en el mundo.
Para mí, esto es no es ninguna derrota, para mi este es otro por ahora.
Y desde aquí lo digo, lo he preferido así, ha sido mejor así.
Asistentes [aplausos].
Espero, espero que aquellos dirigentes o sectores de la oposición que han podido estar nerviosos, pensando que yo no iba a reconocer esta realidad o que íbamos a alargar esto de manera agónica, espero que bajen las presiones, se sientan tranquilos, se sientan contentos y contentas, vayan a sus casas, celebren lo que tengan que celebrar sanamente, respetando a esa masa nuestra bolivariana, respetando al pueblo, respetando a las instituciones, respetando los derechos de todos pues, y a nuestro pueblo, al pueblo bolivariano, a los que no fueron a votar.
Alguien decía que la abstención nos favorecía a nosotros y que nosotros jugábamos a la abstención. No, fue todo lo contrario: La abstención nos derrotó.
Esos millones de venezolanos que hace un año votaron, bueno un buen número no fue a votar, una lección que nos han dado, una lección para todos nosotros.
Ahora finalmente, aquí yo cargo siempre al pueblo que cree en mí, que cree en nuestra propuesta Revolucionaria, al pueblo Bolivariano, ¡coraje, coraje!
Esta República Bolivariana seguirá fortaleciéndose, recordemos al padre Libertador, yo lo recordaba a mis compañeros los ministros, al Vicepresidente, las ministras hace una hora, hora y media, conversamos un rato.
Bolívar cuando escribió allá en Cartagena, a la heroica, hermanas y hermanos de Colombia, escribió en Cartagena la heroica, las causas de la caída de la primera República, en este caso esta República no va a caer, la vamos a seguir fortaleciendo. Aquí está la Constitución, ahí está un pueblo, aquí está un gobierno Revolucionario, pero Bolívar sí dijo:
§ “Los soldados bisoños a los primeros tiros y a las primeras dificultades creen la causa perdida”
Nosotros Padre Libertador, ya no somos soldados bisoños, tenemos décadas, años, toda la vida en esta batalla y sabemos aceptar los momentos difíciles, los momentos duros; y además en otras ocasiones, hemos sabido convertir aparentes derrotas en victorias morales, que después se convirtieron en victorias políticas, en victorias.
Asistentes [aplausos].

Bolívar en 1826, a ustedes, al pueblo venezolano a los que votaron por el Sí, 4.380.000, a los que votaron por el No 4.500.000 y un poco más; a los que no votaron que son entre todos como 7 millones aproximadamente, al pueblo pues, porque todos somos el pueblo en sus distintas corrientes, manifestaciones y ojalá que todos los entendamos así y aprendamos a respetar nuestras diferencias y a caminar juntos debatiendo y alejándonos de los caminos de la violencia, alejándonos de las conspiraciones, alejándonos de los planes subordinados al imperio norteamericano y que tengamos nuestros comandos de campaña aquí mismo y no en el exterior, y en las calles, y en los barrios, en el gran debate por el futuro de Venezuela.
Ya sabemos cuál es el futuro, aquí está, yo propuse agregarle este componente, no se pudo por ahora, pero lo mantengo, y le digo a los trabajadores venezolanos, a los hombres y mujeres venezolanos y venezolanas, aún a los que no votaron por la reforma, que la propuesta social aquí contenida que es la más avanzada de este planeta, la seguiremos trabajando, haremos el esfuerzo más grande para en consulta en mesas de trabajo, para seguir debatiendo los temas para lograr la máxima inclusión social.
La igualdad social que debe ser, el decir de Bolívar lo digo yo hoy, bueno, el principio fundamental de nuestro sistema, la igualdad. A ustedes trabajadores por cuenta propia ya buscaremos la manera de irlos incluyendo, seguramente más lento, seguramente con más dificultades, pero ya buscaremos la manera de que ustedes tengan su sistema de seguridad social que es una de las propuestas extraordinarias de la Reforma Constitucional.
Asistentes [aplausos].
Fíjense, pueblo todo de Venezuela, los del Sí, los del No, los ni Sí, ni No, todos, todos ustedes, ojalá puede llegar yo desde mi corazón desde donde estoy hablando, al corazón de todas y de todos.

Bolívar, 1826, desde La Magdalena, allá en el Perú, escribió esto en una resolución ante el Consejo de Gobierno, ustedes me lo han oído pero me parece muy apropiado para esta madrugada, para este amanecer del 3 de diciembre, lo leo:

§ “Nada es tan conforme con las doctrinas populares como el consultar a la Nación en masa sobre los puntos capitales en que se fundan los estados, las leyes fundamentales y el Magistrado Supremo; todos los particulares están sujetos al error o a la seducción, pero no así el pueblo que posee en grado eminente la conciencia de su bien y la medida de su independencia, de ese modo su juicio es puro, su voluntad fuerte y por consiguiente nadie puede corromperlo ni menos intimidarlo. Yo tengo pruebas irrefragables del tino del pueblo en las grandes resoluciones, y por eso es que siempre he preferido sus opiniones a las opiniones de los sabios, es el pueblo el que ha hablado.”

“La voz de la Nación” - decía Juan Jacobo Rousseau - Yo líder, yo presidente de la Nación, de la República he oído la voz del pueblo y siempre la voy a estar oyendo, me la llevo en el corazón para mi análisis, para nuestro análisis, y para continuar construyendo la Venezuela grande de nuestros hijos: la Venezuela Bolivariana aquí con esta nuestra Constitución.
¡Buenos días y muchas gracias! felicitaciones a todos, vayan a descansar en relax, en familia, y adelanto mis mejores deseos por una feliz Navidad y un próspero año nuevo para todas y para todos.
¡Muchas gracias!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Venceremos!

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