* Escisión en el PAN para fundar nuevo partido humanista * Radicales de la derecha ya no se identifican con el centro * Responden los maximalistas al rechazo de los doctrinarios * El alto clero y los maestros ¿con cuál bando se quedarán? * Los fundamentalistas le hacen el trabajo a las oposiciones
CONSECUENCIAS PREVISIBLES
Las consecuencias de la aparición del nuevo partido de la ultraderecha complican todavía más la urgencia de legitimidad del presidente Felipe Calderón que va al primer informe presidencial a un Congreso dividido, renuente al culto a la personalidad, al diálogo en la tribuna y entrampado en la Reforma Fiscal, con la reaparición formal de los viejos protagonistas de la política, en este caso el clero que como en el siglo XIX otra vez convoca a los suyos con el mismo grito de guerra: religión y fueros. La partición del PAN obligará a definiciones terribles de la militancia en los estados que gobierna, especialmente a los que fueron protagonistas de la guerra cristera y en los que casualmente habría mayor presencia de radicales de la derecha, activistas clericales y sinarquistas que no renuncian a su histórica aspiración de competir electoralmente, primero como Fuerza Popular, Partido Demócrata Mexicano, Alianza Social y ahora de la mano del Yunque como humanistas. En Guanajuato ambas organizaciones tienen tradición y presencia. En los mejores años del Movimiento Nacional Sinarquista durante el cardenismo llegaron a contar con una membresía de más de 200 mil militantes; el movimiento derivado y alentado por los fascistas alemanes en los años previos a la Segunda Guerra Mundial no se extinguió ni cuando se fueron desesperadamente a colonizar la Baja California liderados por Salvador Abascal, el padre del actual número dos en la nomenclatura del PAN Carlos María Abascal Carranza, hoy su nuevo socio El Yunque aportaría la plataforma desde el poder político y los recursos de la que siempre carecieron.
El Yunque por su parte responde con el nuevo partido al rechazo del panismo ortodoxo, en marzo del próximo año concluye su liderazgo en el CEN del PAN, pero conservan con su líder Espino Barrientos en sociedad con la ex pareja presidencial y una buena parte del gabinetazo, el liderazgo internacional de la democracia cristiana, cuadros infiltrados en todo el gobierno federal, los gobiernos de los estados, especialmente Guanajuato y Jalisco, un gran lote de delegados federales además de algunas de las dirigencias estatales y municipales. En León que fue la plaza fuerte de la sinarquía y sede de sus tumultuosos aniversarios y conmemoraciones luctuosas como la del 2 de enero, ahora bastión del PAN y concretamente del Yunque, la relación y a veces coalición del PAN con los partidos de la sinarquía no ha sido estable ni duradera, no se llevan ni se entienden. Durante los años de oposición del blanquiazul siempre vieron como advenedizos, como los parientes pobres a los sinarcas; la victoria electoral más sonada del PDM fue en Guanajuato capital donde hace un cuarto de siglo postularon a la alcaldía al arquitecto Rafael Villagómez Mapes que en cuanto ganó se deslindó de ellos y se tomó la foto en un evento de la CNOP que entonces lideraba el que fue su secretario del Ayuntamiento Juan Antonio Araujo Urcelay en la segunda ocasión que derrotó al PRI bajo las siglas del PRD. La mala relación de los partidos surgidos de la sinarquía con el PAN fue reiterada cuando hace un par de legislaturas, mientras se enjuiciaba por corrupción al diputado de Cortazar Luis Enrique Torres León, desertó del ya partido en el poder para sumarse al PAS, la organización más lejana al PAN en mancuerna con Luis Fernando Arias que coincidía más pragmáticamente con los priistas y perredistas debido a la soberbia de los panistas que ya entonces jefaturaba Gerardo de los Cobos Silva, hoy estarían de regreso en el mismo bando.
DEFINICIONES COMPLEJAS
La definición más álgida en la división que se le viene al PAN en Guanajuato será en el gobierno estatal, con alguna despistada excepción todo el primer círculo del gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez son antiguos y distinguidos militantes de El Yunque; más todavía, en la cresta de los recientes pleitos del ex presidente Vicente Fox y del líder nacional Espino Barrientos con el presidente Calderón se alinearon con su alma mater, la organización maximalista al punto que el secretario de Gobierno José Gerardo Mosqueda Martínez, antes que la poderosa maestra Elba Esther Gordillo, durante una reunión con los delegados federales, le mandó decir al ocupante de Los Pinos que les debía a ellos la votación, más de un millón de votos que lo hicieron presidente de la República. La emergencia del nuevo partido le pega también a sólida alianza del PAN con el clero de la zona cristera. En la elección del año pasado el ahora arzobispo José Guadalupe Martín Rábago se la jugó abiertamente con el partido en el poder, fue siempre un apoyo valioso, como en la bendición del garrote en aquella abominable paliza del Batallón Primer Ligero a los ambientalistas de Romita, a los precaristas de Irapuato y los comerciantes de San Luis de la Paz y más tarde en el momento de la verdad, en plenas campañas aunque para ello tuviera que amenazar con la excomunión y con el infierno a los candidatos y simpatizantes de todos los demás partidos. En el nuevo esquema de la sociedad del Yunque y la sinarquía, vistos desde el obispado el panismo tradicional parecería comunista, el nuevo partido se corre tanto a la derecha en el ideario maximalista que todo lo demás queda necesariamente a la izquierda, incluido el socio incómodo, el partido del magisterio que en las encuestas internas del SNTE se identifica mayoritariamente con el PRD. De la misma manera que el PANAL no tuvo en todo el país mayores problemas para cubrir los requisitos de la autoridad electoral en la acreditación de su membresía, en Guanajuato la alianza del Yunque y los sinarcas tampoco enfrentaría mayores dificultades para aglutinar a los rescoldos del PDM y del PAS, a los que se sumaría una legión de disidentes del PAN expulsados o suspendidos de sus derechos políticos por la dura disciplina que imponen a la militancia los liderazgos estatales y municipales surgidos del Yunque; a reserva de ver cómo evoluciona la revoltura, el nuevo partido se alza como una amenaza electoral para el partido en el poder obligado a definirse.
gaboenrebelion
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