viernes, agosto 17, 2007

El Yunque y los sinarcas

* Escisión en el PAN para fundar nuevo partido humanista * Radicales de la derecha ya no se identifican con el centro * Responden los maximalistas al rechazo de los doctrinarios * El alto clero y los maestros ¿con cuál bando se quedarán? * Los fundamentalistas le hacen el trabajo a las oposiciones

Manuel Espino Barrientos
Los desacuerdos al interior del PAN desde que Felipe Calderón Hinojosa le ganó la candidatura a la presidencia de la República a Santiago Creel Miranda, el favorito del ex presidente Vicente Fox que se recrudecieron en continuas reyertas públicas entre el presidente con el dirigente nacional Manuel Espino Barrientos, amenazan con una división profunda en el partido de la derecha por la alianza del Yunque con los sinarquistas para fundar un nuevo partido católico y conservador. Al iniciar la semana pasada las asambleas distritales en el Distrito Federal a que obliga la legislación electoral para la fundación de nuevos partidos, los organizadores de lo que en principio denominan Partido Humanista, casi todos ligados al gabinete federal, aclaran que ya no se sienten identificados con el PAN que se corre de la derecha al centro y que en su obligación de gobernar a todos soslaya los compromisos con el clero para la defensa de la fe católica y la familia. La escisión del PAN se da justo cuando el PRI coincide con el PRD en rechazar un periodo extraordinario de sesiones para modificar el formato del informe presidencial, en el suspenso en que entra la Reforma Fiscal y la propia reorganización del partido en el poder que en su pasada Asamblea Nacional celebrada en León votó a una contundente mayoría de consejeros nacionales de la corriente doctrinaria, derrotando a los fundamentalistas y censurando al Yunque como una infiltración maximalista. Entre los organizadores del nuevo partido que se ubicaría como el auténtico de la derecha destacan René Bolio Halloran ex secretario particular de José Luis Luege Tamargo, todavía director de la Comisión Nacional del Agua; Fernando Montes de Oca, ex director de la Prevención del delito en el gobierno de Jalisco; José Mario Sánchez Soledad ex delegado de la Profeco en Chihuahua, todos ellos muy cercanos al secretario de Agricultura y ex precandidato presidencial Alberto Cárdenas Jiménez.
Fernando Rivera Barroso
Por parte de la Unión Nacional Sinarquista reaparecen los ex dirigentes de esa organización Enrique Pérez Luján y Magdaleno Yáñez Hernández, además de otros ex pedemistas que se habían afiliado al PAN como Víctor Atilano, ex alcalde de Lagos de Moreno, Filiberto Neria Cisneros y Esteban Campos ex candidatos a diputados en Michoacán por el PDM; Alfredo Rodríguez Hernández dirigente del extinto Partido alianza Social en Coahuila y Francisco Javier Álvarez de la Fuente, ex diputado federal por el PDM en Tamaulipas, además de un viejo conocido de los guanajuas Fernando Rivera Barroso, ex secretario de Educación Pública en el gobierno de Vicente Fox. En sus primeros manifiestos los organizadores del nuevo partido hacen cuentas de que un 40 por ciento de los mexicanos simpatizan con la derecha y que ya no se identifican con el PAN que a partir de este sexenio se aleja del clero y de la defensa de la fe católica; el objetivo es cumplir del 11 de agosto al 9 de diciembre con las 20 asambleas de tres mil simpatizantes cada una para solicitar formalmente el registro en el IFE y ya como partido participar en las elecciones federales de 2009. De la alianza del Yunque con los sinarquistas resultan tres objetivos específicos en relación a: la vida, para que el Estado la proteja desde el momento de la concepción hasta la muerte natural; la familia, como el complemento natural sólo por la vía del matrimonio entre el hombre y la mujer, cuya formación equilibrada cuidado y promoción deben estar a cargo del gobierno, y; laicismo, en el que se pronuncian por la libertad religiosa plena, que no se limita al reconocimiento legal de las asociaciones religiosas. Desde su fundación el 15 de septiembre de 1939, el PAN que visto desde el exterior comulga con la filosofía liberal del siglo XIX pero al que sus adversarios en México ubican en la derecha, habría tenido que sortear en su largo periodo de oposición varias infiltraciones hasta de los comunistas, el empresariado político, los fascistas, sinarquistas, el clero y hasta la última quintacolumna de el Yunque, debates en los que siempre se impuso la corriente doctrinaria, la ortodoxia de su fundador Manuel Gómez Morin.
José Guadalupe Martín Rábago
La diferencia con la división profunda que se emplaza en el PAN es que ahora deberá enfrentar a su disidencia interna desde el poder, la misma ruta en la que sucumbió el PRI cuando desde la cúpula, su jefe nato que fue el presidente de la República fue infiltrado por los tecnócratas y neoliberales que resultaron ser más radicales en la derecha que el mismo panismo ortodoxo, rezagado este en la demanda maderista de la democratización electoral.

CONSECUENCIAS PREVISIBLES

Las consecuencias de la aparición del nuevo partido de la ultraderecha complican todavía más la urgencia de legitimidad del presidente Felipe Calderón que va al primer informe presidencial a un Congreso dividido, renuente al culto a la personalidad, al diálogo en la tribuna y entrampado en la Reforma Fiscal, con la reaparición formal de los viejos protagonistas de la política, en este caso el clero que como en el siglo XIX otra vez convoca a los suyos con el mismo grito de guerra: religión y fueros. La partición del PAN obligará a definiciones terribles de la militancia en los estados que gobierna, especialmente a los que fueron protagonistas de la guerra cristera y en los que casualmente habría mayor presencia de radicales de la derecha, activistas clericales y sinarquistas que no renuncian a su histórica aspiración de competir electoralmente, primero como Fuerza Popular, Partido Demócrata Mexicano, Alianza Social y ahora de la mano del Yunque como humanistas. En Guanajuato ambas organizaciones tienen tradición y presencia. En los mejores años del Movimiento Nacional Sinarquista durante el cardenismo llegaron a contar con una membresía de más de 200 mil militantes; el movimiento derivado y alentado por los fascistas alemanes en los años previos a la Segunda Guerra Mundial no se extinguió ni cuando se fueron desesperadamente a colonizar la Baja California liderados por Salvador Abascal, el padre del actual número dos en la nomenclatura del PAN Carlos María Abascal Carranza, hoy su nuevo socio El Yunque aportaría la plataforma desde el poder político y los recursos de la que siempre carecieron.

Juan Manuel Oliva Ramírez

El Yunque por su parte responde con el nuevo partido al rechazo del panismo ortodoxo, en marzo del próximo año concluye su liderazgo en el CEN del PAN, pero conservan con su líder Espino Barrientos en sociedad con la ex pareja presidencial y una buena parte del gabinetazo, el liderazgo internacional de la democracia cristiana, cuadros infiltrados en todo el gobierno federal, los gobiernos de los estados, especialmente Guanajuato y Jalisco, un gran lote de delegados federales además de algunas de las dirigencias estatales y municipales. En León que fue la plaza fuerte de la sinarquía y sede de sus tumultuosos aniversarios y conmemoraciones luctuosas como la del 2 de enero, ahora bastión del PAN y concretamente del Yunque, la relación y a veces coalición del PAN con los partidos de la sinarquía no ha sido estable ni duradera, no se llevan ni se entienden. Durante los años de oposición del blanquiazul siempre vieron como advenedizos, como los parientes pobres a los sinarcas; la victoria electoral más sonada del PDM fue en Guanajuato capital donde hace un cuarto de siglo postularon a la alcaldía al arquitecto Rafael Villagómez Mapes que en cuanto ganó se deslindó de ellos y se tomó la foto en un evento de la CNOP que entonces lideraba el que fue su secretario del Ayuntamiento Juan Antonio Araujo Urcelay en la segunda ocasión que derrotó al PRI bajo las siglas del PRD. La mala relación de los partidos surgidos de la sinarquía con el PAN fue reiterada cuando hace un par de legislaturas, mientras se enjuiciaba por corrupción al diputado de Cortazar Luis Enrique Torres León, desertó del ya partido en el poder para sumarse al PAS, la organización más lejana al PAN en mancuerna con Luis Fernando Arias que coincidía más pragmáticamente con los priistas y perredistas debido a la soberbia de los panistas que ya entonces jefaturaba Gerardo de los Cobos Silva, hoy estarían de regreso en el mismo bando.

Luis Enrique Torres León

DEFINICIONES COMPLEJAS

La definición más álgida en la división que se le viene al PAN en Guanajuato será en el gobierno estatal, con alguna despistada excepción todo el primer círculo del gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez son antiguos y distinguidos militantes de El Yunque; más todavía, en la cresta de los recientes pleitos del ex presidente Vicente Fox y del líder nacional Espino Barrientos con el presidente Calderón se alinearon con su alma mater, la organización maximalista al punto que el secretario de Gobierno José Gerardo Mosqueda Martínez, antes que la poderosa maestra Elba Esther Gordillo, durante una reunión con los delegados federales, le mandó decir al ocupante de Los Pinos que les debía a ellos la votación, más de un millón de votos que lo hicieron presidente de la República. La emergencia del nuevo partido le pega también a sólida alianza del PAN con el clero de la zona cristera. En la elección del año pasado el ahora arzobispo José Guadalupe Martín Rábago se la jugó abiertamente con el partido en el poder, fue siempre un apoyo valioso, como en la bendición del garrote en aquella abominable paliza del Batallón Primer Ligero a los ambientalistas de Romita, a los precaristas de Irapuato y los comerciantes de San Luis de la Paz y más tarde en el momento de la verdad, en plenas campañas aunque para ello tuviera que amenazar con la excomunión y con el infierno a los candidatos y simpatizantes de todos los demás partidos. En el nuevo esquema de la sociedad del Yunque y la sinarquía, vistos desde el obispado el panismo tradicional parecería comunista, el nuevo partido se corre tanto a la derecha en el ideario maximalista que todo lo demás queda necesariamente a la izquierda, incluido el socio incómodo, el partido del magisterio que en las encuestas internas del SNTE se identifica mayoritariamente con el PRD. De la misma manera que el PANAL no tuvo en todo el país mayores problemas para cubrir los requisitos de la autoridad electoral en la acreditación de su membresía, en Guanajuato la alianza del Yunque y los sinarcas tampoco enfrentaría mayores dificultades para aglutinar a los rescoldos del PDM y del PAS, a los que se sumaría una legión de disidentes del PAN expulsados o suspendidos de sus derechos políticos por la dura disciplina que imponen a la militancia los liderazgos estatales y municipales surgidos del Yunque; a reserva de ver cómo evoluciona la revoltura, el nuevo partido se alza como una amenaza electoral para el partido en el poder obligado a definirse.

Gerardo Mosqueda Martínez
La nueva correlación de fuerzas en la derecha abre interesantes expectativas a los partidos vencidos como el PRI y el PRD que desde la sonora derrota electoral del año pasado atrajeron la mediana atención del Yunque que los infiltra y los despedaza internamente hasta reducirlos a una mera oposición simbólica y además confrontada, permanecen pasmados como un complemento casi necesario a la hegemonía de la derecha para que esto siga teniendo un barniz de pluralidad. El trabajo político que las oposiciones dejaron de hacer frente a un poder político casi absoluto en Guanajuato tendrá ayudas inesperadas en el deslinde que se viene al interior del PAN y que impactará las relaciones entre los tres niveles del gobierno, especialmente las del gobierno federal con el estatal; uno será el primer juego de las apariencias, el discurso neutral de la institucionalidad y las arengas de lealtades en los actos partidistas, pero otro muy distinto en el siguiente reparto de candidaturas, el precario equilibrio entre ortodoxos y fundamentalistas y el verdadero deslinde en la próxima batalla electoral en la que para empezar el clero ya tendría su propio partido y de prosperar sus demandas hasta sus candidatos, los curas en campaña.


gaboenrebelion

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