miércoles, julio 11, 2007

OPERACIONES ENCUBIERTAS


Una acción encubierta es una decisión de alta aritmética política, de un alto grado de irresponsabilidad en lo personal, pues es seguramente es de riesgos inimaginables en el campo y escenario de lo individual, para lanzarse hacia la representatividad colectiva, esto ultimo es lo político.
Una operación encubierta convoca muchos esfuerzos y compromete a diversos sectores de poder y de decisión para asumirse desde diferentes campos y responsabilidades; por ello, seguramente los terribles acontecimientos de la pasada primera quincena de junio son apenas una parte de esa acción encubierta y mancomunada que desencadena sucesos propios de la confrontación, de la estúpida guerra, de esa mediocridad de los líderes y protagonistas a quienes les falta la inteligencia y la grandeza de quienes han sido capaces de parar la guerra de verdad verdad y dignamente se han ganado el favor de sus propias fuerzas, además del reconocimiento de una sociedad y generación necesitada de luces e ideales de paz y de convivencia.
Una acción encubierta implica y compromete a quienes se abrogan el derecho de representar y decidir por los demás; una operación encubierta en medio de los agites armados es una decisión sensiblemente organizada, planeada, ‘craneada’ como se dice comúnmente y seriamente concertada con los demás asociados y comprometidos en esa guerra y conflicto, ya que se trata de una operación calculada con aciertos y errores; una operación encubierta exige coordinación y sangre fría y sobre todo armonía en las actuaciones colaterales, ensayos, engaños, señuelos, cosas por aquí y por allí aparentemente sin importancia ni relación, en fin es una maniobra encubierta.
Una operación encubierta se conoce tiempo después de haberse acometido, muchas veces ni se echar de ver su ejecución, esto se da según el desenlace y el interés de los protagonistas, ya que si el objetivo se logra, todo habrá salido bien, éxito, felicitaciones… pero si es un fracaso, entonces hay un silencio absoluto sobre este acontecimiento, negación de planes y acciones. etc.
Por ello llama poderosamente la atención una serie de hechos aparentemente sin conexión alguna en los antecedentes días a la primera quincena de junio y en ella misma, por ejemplo: liberación sorpresiva de presos políticos; solicitudes presidenciales para liberar a un particular protagonista llamado ‘canciller’; urgencia de tiempos ‘antes del 7 de junio’, llamadas aquí y allá, “razones de estado”; movilización escandalosa de presos de cárcel a cárcel y luego a complejos vacacionales con ‘reality’ y show de televisión incluido mientras corren unos ‘tiempitos’… Con todo esto y mucho mas, es valido preguntarse uno que camina de a pie, ¿qué estaba pasando con esta locura de procedimientos?, ¿Qué sucede en este bregar presidencial?
Llama también la atención el movimiento internacional relacionado con estos acontecimientos mientras seguramente se iban acomodando las jugadas y movidas aritméticas de este terrible ajedrez de la guerra sucia en Colombia; sucia con atentados ‘falsos positivos’, sucia con desaparecidos, sucia de comunicados sucios, es decir guerra sucia de operaciones encubiertas. En fin, llama poderosamente la atención como se iban acomodando tenebrosamente las fichas en este terrible juego en donde las victimas poco tienen para decidir.
Esto que esta pasando, esto que le ha sucedido a Colombia en este mes de junio: liberaciones, razones de estado, combates entre grupos no identificados, publicaciones de listados de muertos, confesiones de grandes masacres por parte de paramilitares sin pestañar siquiera… (tomando partes del escrito de Diana Sofía Giraldo -Directora de la Fundación Víctimas Visibles- que ha titulado "¿Por que marchó Colombia?: …ejercicio basado en cifras seleccionadas al azar: sumemos los 336 asesinatos confesados por un paramilitar, agreguemos los 21 cadáveres encontrados en fosas comunes en Ciénaga Magdalena, los 40 hallados en San Onofre, los 29 en el Catatumbo, los 800 denunciados por un desmovilizado en el Urabá antioqueño, los 105 cadáveres exhumados en el Putumayo y la escandalosa cantidad de 3.143 secuestrados. Total 4.474 y eso sin contar los 10.000 restos humanos que prevé encontrar el Fiscal General de la Nación …”); sin mencionar aquí anexos tristes de la violencia cotidiana en las demás comarcas afligidas por el destierro y la muerte. Con todo esto poniéndose en juego y movimiento y con tantas fichas y muchos actores, pareciera que se estaban cocinando las condiciones para una gran acción, de seguro para una operación encubierta y esta del mes de junio no es mas que una jugada mas del gran ajedrez mortal que vivimos los colombianos.
Y los mas terrible y triste: las acciones maniobras continúan.
Hipólito.
Julio 7 de 2007

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