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Tanto en su discurso como en la posterior conferencia de prensa junto a la Primera Dama de Guatemala Sandra Torres de Colom, el ministro cubano denunció la hipócrita negativa de las naciones ricas a financiar el desarrollo aduciendo falta de recursos que luego entregan en cantidades mil millonarias para el rescate de los especuladores responsables de la actual crisis financiera mundial.
“Cuarenta años después del compromiso de las economías más poderosas de destinar el 0,7 por ciento de sus PIB a las naciones en desarrollo, lo que se dedica a ese fin es menos del 0,3 por ciento. Pero qué rápido aparecen los más de 4 millones de millones para salvar a los responsables de la crisis y mantener el tren de vida de los poderosos. Para salvar a los bancos y sus dueños sí...”, criticó el ministro cubano y alertó: “No podrá cambiar la situación de la mujer en el mundo si no cambia el orden económico vigente.”
En similar sentido se expresó la Primera Dama guatemalteca al calificar de histórica la cita en su país porque “permaneció durante décadas, especialmente en el siglo pasado, sin posibilidades de expresar que, pese a ser parte de un mundo en desarrollo, aquí se acostumbraba invisibilizar y maquillar las desigualdades económicas.”
“En la década pasada, en los años 90, este foro era impensable en nuestro país, desangrado y confrontado por un conflicto armado interno. Éramos una nación avergonzada y aislada internacionalmente a causa de las violaciones de los derechos humanos, incluyendo los de lesa humanidad, como el Genocidio…”, afirmó la Sra de Colom, para destacar que el objetivo del actual gobierno es derrotar a “la pobreza y la pobreza extrema, manifestaciones dolorosas de una enfermedad espantosa que nadie ha tenido el valor, el compromiso ni la responsabilidad moral de atender”.
Según los expertos reunidos en Guatemala es la pobreza primera y fundamental causa de algunos de los más graves problemas de las mujeres en mundo, donde ellas representan el 60 por ciento de todos los pobres y como regla están en desventaja en la vida económica y pública, con acceso muy limitado a los cargos directivos y a los procesos de toma de decisiones.
Los índices son aun más graves en los llamados países en desarrollo, donde cada año mueren medio millón de féminas durante el parto o por complicación en el embarazo, son mujeres el 40 por ciento de los infestados por VIH-SIDA y casi la mitad de la población carece de servicios sanitarios; de 3 a 4 millones se reconocen como víctimas de la violencia doméstica y miles mueren como consecuencia de las golpizas.
En el contexto de la conferencia se ha destacado la voluntad política que ha creado un panorama muy distinto para la mujer cubana, cuya esperanza de vida es hoy de 80 años y ellas representan el 66 por ciento de la fuerza laboral técnica y profesional –con iguales salarios por igual trabajo que el hombre, algo que aun es una aspiración en la mayoría de los países, incluidos los de más desarrollo- y casi el 60 por ciento de los graduados universitarios.
A la inauguración de la conferencia asistió el Presidente Álvaro Colom, quien en sus palabras de bienvenida a los más de 300 delegados y delegadas, destacó de manera especial el momento que vive América Latina y la enorme alegría con que sus líderes festejaron recientemente en Brasil la reincorporación plena de Cuba, un ejemplo de la cooperación Sur-Sur, especialmente en las áreas de educación y salud, que también han resultado fundamentales en las demandas por el avance de la mujer de esta conferencia ministerial.
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